EN LA TIENDA DE REFUELLING

Al final de la cola, se entra en la tienda donde personal técnico rellena de gasolina el depósito, de una manera exacta. A partir de ese momento, el motor no se arranca hasta la salida. Todo gasto de combustible a partir de ese momento se nos contabilizará en la competición. El motor lo traemos caliente desde la fila, calentado a base de arrancadas y confiando en el aislamiento térmico que le hemos colocado en las aletas de refrigeración.Si todo va bien, en la línea de salida el motor debería estar todavía caliente, con lo que arrancaría perfectamente.